Esto es lo que trajo el 850 a muchos españoles: un vehículo que daba un paso más del mítico "pelota", (Seat 600), donde las familias se apretujaban para ir a pasar las vacaciones al pueblo.
Ahora se veraneaba en Benidorm y se viajaba en una berlina de dos puertas, tres cuerpos, cinco plazas −aún muy estrechas − y unas prestaciones que ya se acercaban al litro de cubicaje y al medio centenar de caballos...
El Fiat 850 nació en Italia en 1964 como una "parada intermedia" entre los míticos 600 y 1.100. Dos años después, Seat lo adoptaba para España, en una versión de 37 CV y 843 centímetros cúbicos.
¿El precio? Ochenta mil pesetas de la época, un dineral que sin embargo empezaban a poder permitirse muchos españoles, ya que el éxito del coche fue total, con listas de espera para su entrega a la orden del día. Un dato curioso es que la primera propietaria de el seat 850 en España, hizo cola desde las 3 de la madrugada para poder entregar su solicitud...
A partir de 1972, el 850 ya sólo era fabricado por Seat, pues Fiat puso ese año fin a su vida en el país transalpino y en toda Europa. En este periodo el vehículo va adquiriendo ciertos elementos de lo que, por aquél entonces, podríamos llamar "lujo", como volante de madera, asientos de paño, etc.
El motor se encontraba en la parte trasera, por lo que la parte delantera era usada de maletero...
El 850, aparte de la version convencional, tambien contó con una version diferente, el seat 850, 4 puertas...
En los siguientes años la gama del 850 creció a la par que su éxito entre los conductores españoles: llegaron las versiones de cuatro puertas y coupé (1967); Sport (1969); Sport Coupé (1970)...