Una de las primeras decisiones del franquismo fue prohibir los sucesos de los diarios. "En la España nueva no se mataba, no pasaba nada negativo". Y ese peculiar mundo feliz duró hasta que en 1952 un hombre del régimen, Eugenio Suárez, consiguió sacar a la calle El Caso. Eso sí, no se podía explicar más de un crimen español a la semana...
Era un periódico que apelaba a los instintos reivindicados del público (morbo, curiosidad malsana, inquina, etc.) para hacer su agosto, pero cumplía a la perfección los requerimientos del género y, muchas veces suponía la única oposición a la férrea censura de la dictadura franquista: con la excusa de “los sucesos” desvelaba cosas que no podían decirse en la prensa oficial...
La censura franquista convertía la descripción de los cuerpos de las mujeres que apercían asesinadas semidesnudas en mujeres asesinadas semivestidas
Algunas exclusivas dispararon las ventas: con los crímenes de El Jarabo (1958) El Caso superó los 700.000 ejemplares. Y así hasta bien entrados los años 80.
El periódico de sucesos El Caso no ha dejado aparentemente, rastro digital alguno, pero en algún sitio tienen que estar los archivos de esa publicación, un gran misterio digno de salir en las paginas de el propio periodico...